Description
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Un arte secreto de original estética
Al contemplar la Edición Especial 2010, se siente fascinación por la interacción de los delicados grabados y las elegantes partes de acero jaspeado.
Hasta finales del siglo XIX el jaspeado del acero era signo de la alta calidad de un arma, dado el inimitable brillo que proporcionaba. Durante siglos, este proceso fue transmitido boca a boca y guardado en celoso secreto.
Las superficies metálicas se aceraban mediante el uso de cuero carbonizado, generando matices de color cambiantes cuando se enfriaban. A día de hoy se ha constatado que hasta 20 parámetros confluyen para generar este sorprendente efecto visual, entre los que se encuentran el grosor del metal, la temperatura y la velocidad de enfriado
Matices de color cambiantes
Una amplia experiencia en el trabajo artesanal puede influir en los resultados, pero nunca anticiparlos con precisión. De este modo, no hay dos metales jaspeados completamente iguales.
La superficie metálica es perfeccionada según un elaborado proceso de grabado enmarcado con incrustaciones de oro de 24 quilates. Hoy en día muy pocos talleres pueden conjugar estas artes tradicionales con la maestría exigida por la Edición Especial 2010.
Antes de templar el acero, la pluma del año es grabada mediante un artesanal proceso. El grabador cincela a mano la guía de cola de milano en la que introduce la incrustación de oro para su posterior pulido. Un resultado final que requiere grandes dotes de habilidad y precisión para su perfección
Una madera preciosa
Existe otra razón por la que el nogal produce una de las maderas más preciadas.
No basta con talar los árboles, sino que hay que extraer los tocones, porque la madera con mejor veteado se encuentra en las raíces más profundas. Este elaborado proceso sólo se utiliza para la madera de nogal. El nogal siempre ha generado un aura de misterio. Su majestuoso porte y su prolífica cosecha han hecho que siempre se haya asociado con la realeza y la fertilidad.